Nuestro Maravatío

sábado, noviembre 04, 2006

Vicente L. Arévalo Baez
Vicente L. Arévalo Baez, llegó muy niño a Maravatío, tierra que adoptó y que fue inspiración para su pluma poética. Sus obras las firmó bajo el seudónimo de Benito Vera Cavel. De igual manera, escribió en periódicos de Maravatío como “16 de Septiembre”, “El Despertador”, “Nosotros”. Murió en Maravatío en 1961.
SANTA CARIDAD
(fragmento)
Las mansiones solitarias donde habita el sufrimiento
Son muy tristes, muy sombrías, son moradas de dolor;
Allí viven los enfermos en eterno abatimiento;
Penan solos, sí, muy solos, sin amigos, sin amor.

Al cruzar la obscura senda que el destino les ofrece
Necesitan un consuelo para no desfallecer,
Ambicionan radie en su alma la virtud que resplandece
En los buenos, en los nobles que los saben comprender.

¡Cuántos seres desdichados que no alcanzan nuestra vista
Tienen padres, tienen hijos que no pueden abrazar!...
¿Comprendéis esas angustias? ¿Comprendéis que las resista
El que pierde la esperanza de volver sano al hogar?...

En el lecho solitario donde viven silenciosos
Una fuerza celi-arcana los impele a resistir
Muchas horas de dolencia, muchos días tormentosos,
Muchas horas de quebranto, muchas horas de sufrir.

¡Qué dichosos los que palpan resbalar sobre su frente
De las auras el perfume y los ósculos del Sol,
Mientras vemos que a esos seres no hay un Sol que los caliente.


En esta primera parte encontraras poesias de Melchor Ocampo, Jesús Echáiz (1831-1883), Felipe Rubio (1870) Felipe N. Villaredo (1883), Y.A (1875), Ándres Ramírez Wella (1911), Gregorio Ponce de León, Cruz Maria de la Luz Clementina González, Ignacio Villalbazo, Oliva Puente de Fernández, María Dolores Gómez Urquiza, Cayetano Andrade, Orlando Hernández Miranda, Joaquin Avila Mercado, Jesus Quintana, J. Magdaleno Lara Carranza, Sabino Tapia S., salvador Carrillo García y Serguio Cervantes Aguirre. Todos ellos escriben a Maravatio, a sus mujeres, al ferrocarril, al hospital Balbuena, a la religion, etc.
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LEYENDA DE CÓMO SE FUNDÓ MARAVATÍO

JULIO CÉSAR MORALES TORRES

El vocablo original Maruatío (Lugar donde está o hay cosa preciosa), a través de los años dio paso a la palabra actual, Maravatío “Lugar o cosa preciosa”, conservando su nombre prehispánico hasta nuestros días.
Nuestro Maravatío, se encuentra ubicado en un fértil valle de la región Oriente de Michoacán, siempre vigilado por las cadenas montañosas del Eje Neovolcánico, muy en especial, por el centinela cerro de San Andrés con sus 3,690 metros sobre el nivel del mar y bañado por las abundantes aguas cristalinas de sus vetustos manantiales. Su clima es templado, algo frío.
Pero, pasemos a conocer lo que cuenta la leyenda de cómo se fundó Nuestro Maravatío, y ésta dice: que hace cientos de años, antes de que Maravatío fuera fundado, el valle tenía un rostro de inmensa tranquilidad; el venado, el lobo y el coyote jugueteaban entre el verde bosque y el florido follaje.
En los pantanos del lugar habitaban miles de gusanillos y culebras, sin faltar las ranas que entre sauces y juncos cantaban imperturbables a la lluvia.
La variedad de pájaros, ya con sus plumas verdes, amarillas, azules, rojas, trazaban arcoiris en el cielo, mientras infinidad de melodías emergía por doquier.
El silencio de la noche era interrumpido por el aullar de los coyotes y el aletear de las aves nocturnas.
El hombre que llegó de muy lejos, se quedó pasmado al ver lo que tenía ante sus ojos, ¡Un hermoso valle!.
Y fue así, como eligieron este sitio para vivir, dejando caer un comal de barro, y que según quedaran los pedazos, así se trazarían las calles, por lo que a ello se debe la irregularidad de sus manzanas, su falta de simetría y lo tortuoso y angosto de sus callecillas pintorescas.
Así Maravatío para nuestro orgullo, fue fundado en una inmensa alfombra verde, bañada por las aguas del río Lerma e infinidad de manantiales de agua hialina, que alegres jugaban con el viento, mientras que los atardeceres eran una policromía de colores para su gente.
El olor a barro, a tierra mojada, impregnó su cielo.


1. LA REVISTA CONTIENE LAS SIGUIENTES LEYENDAS

PRIMERA PARTE
2. LA LLORONA; UNA VIEJA LEYENDA
3. LA CARRETA MISTERIOSA
4. LA CARRETA TENEBROSA DE “LA NOCHE DE SAN SILVESTRE”
5. CÓMO LLEGÓ LA IMAGEN DE LA VIRGEN DE LOS DOLORES
6. EL RODILLAZO DEL DIABLO
7. SAN MIGUEL ARCÁNGEL Y EL DIABLO
8. LA MISTERIOSA CARRETA DE SEMANA SANTA
9. UNA NOCHE SURGIÓ LA LOMA
10. DON RAMÓN Y LA CARRETA FANTASMA
11. UNA APARICIÓN FANTASMAGÓRICA
12. APARICIÓN DE LA VIRGEN DE LOS DOLORES
13. LA DIABLA
14. UNA BATALLA EN MARAVATÍO
15.- LA DAMA DE LA ALCANTARILLA

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El próximo 18 de Marzo del año 2001. La secundaria “18 de Marzo” cumple cincuenta años de vida efectiva y fecunda labor educativa. Emerge en el tiempo la figura de la Sra. Ma. Dolores Tregoning de Rivas, quien con un grupo de distinguidas personalidades se dieron a la tarea de crear una escuela secundaria en Maravatío. Los obstáculos fueron grandes, pero los sueños eran aún mayores. Sin embargo, su tenacidad se vio escrita en el calendario un 18 de marzo del año de 1951, cuando José Palomares Quiroz y un nutrido grupo de maravatienses dieron inicio oficialmente a las clases. Día a día la historia se fue escribiendo, fortaleciéndose un sueño tan anhelado, en el cual muchos contribuyeron de una manera u otra. En casas viejas y bajo mortecinas luces, los jóvenes recibieron las primeras clases, no importaba mucho, su deseo de superación era grande.
En ella encontrarás fotografías de su fundadora, de maestros y de todas las primeras generaciones 1951 a 1970 con los nombres de los alumnos egresados de cada generación, recordarás el himno a la escuela Secundaria “18 de Marzo”, fotografías de los diferentes directores y mucho más.
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El Oso Negro de la Plazuela del Rastro
JULIO CESAR MORALES TORRES
Cuando el manto de la noche caía sobre las taciturnas calles del pueblo y las mortecinas llamas de los faroles y quinqués, brotaban como pequeñas luciérnagas, iluminando los hogares, allá por el rumbo de la capilla de «Los Herreros», emergía entre las penumbras un oso negro, horrible y tenebroso, que causaba pánico a quien lo viese o escuchase gruñir.
Esta leyenda, que platicaban los abuelos a fines de 1890 y principios de 1900, cuenta que, cuando los brazos de las sombras de la noche invadían las calles y todos los rincones del pintoresco pueblo, un oso negro, de aspecto fiero, se desprendía de la cortina negra de la oscuridad de la calle de Los Herreros (que hoy en día es calle Leona Vicario).
Con gruñidos aterradores que taladraban el silencio de la noche, se desplazaba silentemente entre pedruscos y tierra de las calles. Todos se escondían, las puertas y ventanas echas de madera, muchas de ellas carcomidas por el tiempo, eran cerradas herméticamente, sin embargo por los pequeños resquicios, el rugir terrorífico del oso negro se filtraba, llegando hasta los oídos de sus moradores, que no en pocas ocasiones su piel se enchinaba.
Unos con el rosario en la mano rezaban para ahuyentar de su hogar al ser maligno que deambulaba por las noches, otros más, escondían sus rostros bajo las almohadas.
Así, por muchas noches el temido Oso deambuló por las calles del pueblo, hasta que cierta ocasión, un valiente, de los que nunca faltan, se situó en una de las tantas puertas carcomidas por el tiempo y situada en la plazuela «Del Rastro», (Hoy se aprecia en el lugar un bonito jardín en la calle Leona Vicario).
El lugar se encontraba invadido por una fría oscuridad. Su mirada jugaba con la lejana y pálida luz amarillenta de un farol pendido en una vieja pared de la esquina que conformaban las calles Rayón y Victoria (hoy calles de Rayón y Álvaro Obregón).
El cazador con una vieja carabina cargada de granos de sal, esperó pacientemente a que hiciera su aparición el espeluznante Oso Negro.
Pero tuvieron que pasar varios días para que éste se apareciera, y cuando esto sucedió, el intrépido cazador dormitaba, pero al escuchar el espeluznante rugido se despabiló.

Aunque muy valiente, un escalofrío invadió su cuerpo cuando lo vio venir, -pensó tal vez que hacía demasiado frío- tenso por la situación no acertaba a realizar lo que valientemente se había propuesto, cuando reaccionó era un poco tarde, pero aún así, alcanzó a disparar su vieja carabina, acertándole por la espalda.

El Oso, en medio de un gruñido terrorífico emprendió la huida, perdiéndose por las oscuras calles del pueblo, mientras a lo lejos se escuchaba el aullido de un perro desvelado.
El pueblo se sumergió en una inmensa tranquilidad, las estrellas titilaban de frío, mientras un viento gélido soplaba.
Pasó el tiempo y el temible Oso Negro, jamás volvió a aparecer.
Entre las pláticas, se comentaba que el referido Oso Negro, no había sido otra cosa que una persona disfrazada, que tal vez tenía la encomienda de espantar al pueblo o quizás por pasatiempo.

Otras leyendas que encontrarás en la revista:


1. EL ARREPENTIMIENTO DE UN HOMBRE Y EL PERDÓN DE LA VIRGEN DE LOS DOLORES
2. EL OSO NEGRO DE LA PLAZUELA DEL RASTRO
3. EL FANTASMA DE UNA HERMOSA MUJER EN LA ALAMEDA
4. EL ALICANTE
5. EL DIABLITO
6. LA QUEMA DE UNA BRUJA
7. LA CAMPANA ENCANTADA
8. LA LEYENDA DE DOLORES CABRERA

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LOCALIZACIÓN
En la región noreste del estado de Michoacán se ubica la municipalidad de Maravatío de Ocampo, que limita al Norte con el estado de Guanajuato y el municipio de Epitacio Huerta; al Oriente con Tlalpujahua y Contepec; al Sur con Irimbo, Senguio y Ciudad Hidalgo y al Poniente con Zinapécuaro. Pertenece a la cuenca hidrológica Lerma-Toluca, ocupando el 3.6 % de la superficie estatal.

UBICACIÓN
La ciudad de Maravatío de Ocampo, se ubica a una altitud de 2,020 metros sobre el nivel del mar, y a los 19 grados 54 minutos latitud Norte y a los 100 grados 27 minutos longitud Oeste. Su superficie es de 632,176 km 2, y representa el 1.05 % de la superficie total del estado de Michoacán, ocupando el lugar número 28 en el mismo. Con respecto al municipio de Maravatío, éste se ubica en el cuadrante geográfico, que conforman los 19º 47 ’ y los 19º 58' de latitud Norte, con relación a los 100º 12´ y los 100º 36' de latitud Oeste.
Maravatío:
En etimología prehispánica significa «Lugar o cosa preciosa», su vocablo original era «Maruatío».

Contenido de la publicación
1. OROGRAFÍA
2. HIDROGRAFÍA
3. FLORA
4. FAUNA
5. CLIMA
6. TENENCIAS
7. COMUNIDADES
8. CLASIFICACIÓN Y USO DEL SUELO
9. CENSO POBLACIONAL 2000
10. TOPONOMIA DE ALGUNAS LOCALIDADES
11. HISTORIA GEOLÓGICA DEL VALLE DE MARAVATÍO
12. MARAVATÍO PREHISTÓRICO
13. CONQUISTA DE MICHOACÁN
14. LA COLONIZACIÓN
15. DE MARUATÍO A MARAVATÍO
16. MARAVATÍO EN LA COLONIA
17. EL CAMPO EN MARAVATÍO
18. GANADERÍA
19. LA SOCIEDAD COLONIAL
20. GUERRA DE INDEPENDENCIA
21. MARAVATÍO INDEPENDIENTE
22. GUERRA DE REFORMA
23. MARAVATÍO EN EL PORFIRIATO
24. PERSONAJES ILUSTRES DE MARAVATÍO
25. SENDEROS REVOLUCIONARIOS
26. EL MIRADOR
27. TEATRO "MORELOS"
28. EL FERROCARRIL
29. PALACIO MUNICIPAL
30. IGLESIA SAN JUAN BAUTISTA
31. PRINCIPALES FIESTAS Y FESTIVIDADES DE MARAVATÍO
32. CREACIÓN DEL MUNICIPIO Y SUS TENENCIAS
33. BIBLIOTECA MUNICIPAL
34. UNA FORMA DE VESTIR EN EL PORFIRIATO
35. LA CRUZ ROJA MEXICANA EN MARAVATÍO
36. GASTRONOMÍA
37. ARTESANÍAS
38. LA MÚSICA EN MARAVATÍO
39. EL CORRIDO DEL AVIÓN
40. ESCUDO DE MARAVATÍO
41. MAPAS DE MARAVATÍO Y MUCHO MÁS

Si quisieras conocer más solicítame por mail la revista y con gusto te la haremos llegar a cualquier parte de la republica o el extranjero
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La fotografía es una parte fundamental y objetiva de la historia de Maravatío, ya que al tenerla ante nuestros ojos, podemos apreciar con detalle a su gente y a sus calles, remontándonos al pasado llenándonos de nostalgia. Las primeras fotografías, conocidas como heliografías, fueron hechas en 1827 por el físico francés Nicéphore Niépce.

En la Villa de Maravatío las fotografías más antiguas se remontan entre los años de 1894 a 1897, desconociéndose quien las pudo haber tomado, ya que no tienen algún dato que así lo indique. Algunas de estas se encuentran en nuestro archivo particular, algunas en buenas condiciones, pero muchas de ellas se encuentran completamente deterioradas.

A principios de 1900 Juan E. Rojas tomó varias placas dejándonos un acervo fotográfico de una década previa a la Revolución Mexicana de 1910.

Allá por los años de 1915 a 1925 Benjamín Bravo captó con su lente diversos aspectos de aquel Maravatío.

En los últimos 60 años el que ha hecho historia en la fotografía en Maravatío es Don Manolo Valdés, quien ha tomado miles de fotografías, dejando un incalculable acervo fotográfico e histórico.

En forma particular varios maravatienses han tomado fotografías, entre ellos podemos citar a Don Ignacio Espinosa Santillán, quien a lo largo de 60 años ha impreso diversos aspectos de la vida cotidiana de Nuestro Maravatío.

En esta revista podrás encontrar 25 fotografías antiguas de Maravatío.

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LOS PRESIDENTES MUNICIPALES DE MARAVATIO
Fueron siete años de instensa investigación para llevar a cabo este trabajo histórico, hoy en día se los presento:
Nuestro Maravatío a lo largo de su vida ha sido encaminado por diferentes autoridades civiles como corregidores, alcaldes mayores, gobernadores de la llamada república de indios, subdelegados de justicia. Ya en 1833 Francisco Marván fue uno de los primeros presidentes municipales. Estos funcionarios eran personajes destacados en la sociedad y que acapararon por mucho tiempo los puestos del ayuntamiento. Todos ellos al asumir la administración municipal dieron forma al tejido social, cultural y económico que hoy en día podemos observar. En esta revista encontrarás las fotografías de los presidentes municipales que construyeron en conjunto con la ciudadanía "Nuestro Maravatío".
Entre los presidentes encontrarás a Pudenciano Dorantes Grande (1871-1872), que posteriormente fue gobernador del estado, Aurelio Arcienega (1883), Rafael Marcera (1901), Manuel Marván (1912), entre muchos otros.

LAS LEYENDAS DE MARAVATIO (TERCERA PARTE)

Las leyendas siguen siendo una parte fundamental en la vida cotidiana de "Nuestro Maravatío", por lo que seguiremos investigando en los rincones del tiempo, de archivos viejos y de la voz popular, para plasmarlas y estas no se pierdan por completo. En esta revista encontrarás la leyenda de "El Burro de Oro", que encarnó Leandro García. Este singular personaje nació allé por el año de 1847 de quien se cuenta que cuando era niño llevaba una olla de atole al parian, donde sus señores padres lo vendían. este día por alguna circunstancia el niño se cayó y la olla se rompió vaciando su contenido, temeroso de que sus padres lo regañasen se escondió en un tapanco, en donde vio a ciertos hombres enterrar dinero, paso un tiempo y sacó el dinero. Su riqueza lo hizo traspasar fronteras de la comarca maravatiense y hasta los hacendados de la época acudían a pedirle dinero prestado. Este personaje murió en Maravatío un 30 de diciembre de 1908 a la edad de 67 años. En esta revista encontrarás su fotografía, una casa de su propiedad y toda la historia de su vida.


En esta revista encontrarás además de la Leyenda del Burro de Oro, las leyendas de:
1.- La Cena de los Lobos (escrita por Joaquín Ávila Mercado)
2.- Los Fachicos, Tepehuanes o Duendes (Joaquín Ávila Mercado)
3.- Los Misteriosos Ruidos del Cerro de San Ándres
4.- Leyenda de Cómo se Construyó la Iglesia de Maravatío
5.- La Misteriosa Estrella o la Casa Encantada




Esta revista llamada "Historias colgadas en el tiempo", contiene cuatro sucesos que conmovieron a la sociedad maravatiense. El primero de ellos es:

"Bola de fuego que cruza el cielo de Maravatio", este acontecimiento ocurrió en el año de 1829, la gente de esa época se espantó ante el inusual fenómeno que asustados pedían misericordia.

"El Asesinato de una Mujer en la Alameda", fue un suceso ocurrido en el año de 1871 y que conmocionó no sólo a la sociedad maravatiense sino fue de impacto estatal y nacional, debido al artero crímen perpetrado en la alameda de Maravatío en la persona de Doña Odón Retana de Malagón de escasos 17 años de edad, madre de un niño de 15 meses y de otro de 4 que llevaba en el vientre. El autor intelectual y el autor material fueron fusilados en la misma alameda en donde fue asesinada su joven víctima.

"INEXPLICABLE LA LOCURA DE CUATRO HERMANOS": En el año de 1916 cuatro hermanos de intachable conducta ocupaban un majestuoso puesto en la consideración social de Maravatío, sin embargo por causas inexplicables los hermanos se encerraron, cayendo en una miseria espeluznante, terminado en trágico final la historia.

"ELEGANTE MATRIMONIO DE MANUEL MARVÁN Y MARÍA TERESA URQUIZA": Los acontecimientos sociales en la época del porfiriato eran de gran fastuosidad, tal es el caso de la boda de Manuel Marván y María Teresa Urquiza ocurrida en el año de 1910 en la capilla de La Purísima. La elegancia en el adorno del recinto religioso, el suculento banquete y la gama de invitados especiales fue de gran realce que por muchos años se platicó en Maravatío.

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